5 Características de los Dictadores Cotidianos

Los dictadores suelen tener una serie de características comunes, no solo están en la cúspide del poder, de hecho están presentes en todos los ámbitos de nuestra vida, los puedes encontrar en tu trabajo, en tu centro de formación, en las bases de cualquier partido político y en cualquier grupo social que te imagines.  En los grupos espirituales y religiosos, estos individuos contaminan mucho los ambientes, llegándolos a convertir en sectas.

He aquí unas características de los dictadores cotidianos para que aprendas a identificarlos a tiempo:

1. Uso de la violencia. Los sátrapas que tenemos en mente han utilizado la violencia, pero los dictadores cotidianos utilizan la violencia verbal, son especialistas en pronunciar las frases adecuadas para socavar la dignidad y la autoestima de las personas, puede ser en forma de humillación e insultos, pero también comentarios de desvalorización y ridiculización de las personas que ven como contrincantes, peligrosas o que pueden representar un factor de desestabilización de su estatus personal o profesional.
2. Uso del miedo.  Intentan provocar el terror en las personas que piensan diferente o no están de acuerdo, se valen de las amenazas y la persecución inquisitoria, entre otras medidas por el estilo.
3. Utilización de “ejércitos privados”.  Si Mussolini y Hitler tenían a los Camisas Negras y a las SS respectivamente, el dictador cotidiano se vale de sus propias milicias, gente que no dudará en atacar, difamar o extorsionar a las personas que piensan diferente, internet y las redes sociales se han convertido en un arma de ataque.
4. Dar una cuota de poder a un grupo de fanáticos.  Con la promesa de privilegios presentes o futuros, o con la creación de puestos de responsabilidad de título rimbombante y pseudotécnico, esas personas harán lo que sea para que su líder no sea acusado de las tropelías evidentes que causa y provoca, revistiendo sus actuaciones sumarias de un armazón ideológico burdo con trazas de ética y legalidad a conveniencia.
5. Silenciar por cualquier medio de las opiniones disidentes.  Es de sobra conocido que los sátrapas no les gusta la libertad de prensa y opinión, además de imponer una línea oficial de pensamiento.  El dictador cotidiano usará este mismo patrón pero en una escala menor, recurriendo a su propio encanto personal como “medio oficial” para manipular a sus seguidores, llegando a ponerlos en contra del disidente aún cuando éste actúe conforme al buen hacer, la legalidad y la honradez.  Las herramientas características son las calumnias y los llamamientos a boicot.

¿Cuántos dictadores cotidianos conoces?